Novena a la Reina y Madre de los Últimos Tiempos
En preparación para la Festividad del 28 de agosto.
Fecha de inicio: 20 de agosto
Fecha que finaliza: 28 de agosto
La siguiente novena ha sido dictada por Nuestra Madre Santísima a Luz de María. Cada día de la Novena, Nuestra Madre Santísima desea que unidos a Ella, hagamos la oración final, la oración del día y llevemos con amor a la práctica el ofrecimiento que Ella nos indica. Asimismo, nos recuerda:
“Como todos Mis hijos saben, durante una Novena es necesario asistir a la Santa Eucaristía.”
Nota: Esta Novena puede iniciarse con amor y devoción el 20 de cada mes.
ORACIÓN INICIAL
A la Reina y Madre de los Últimos Tiempos
Amados hijos, les invito a orar:
Padre Divino, Eterno y Omnipotente,
Hijo Santísimo, Verbo Encarnado,
Paráclito Santo, Espíritu Divino,
Tres Personas en un solo Dios Verdadero.
Derrama Tu Santísima Bendición sobre esta creatura
que suplica ante Vuestra Majestad Divina.
Toma mi mano para que no me separe de Tu Protección,
dame la esperanza inmovible del encuentro con Tu Gloria.
Sea mi alma esculpida por tu Santo Espíritu
y yo encuentre el discernimiento
que me conduzca hacia la Verdad de Tu Palabra
y no me desvíe del Camino Santo.
Trinidad Sacrosanta, has legado a Tu Pueblo
la bendición de poseer a la Reina y Madre de los Últimos Tiempos,
para que interceda y defienda a Tu Pueblo.
Acojo a tan excelsa Reina y Madre,
tomo Su Mano bendita
y me entrego a Su Instrucción Maternal
para que, junto a Ella, sea cumplidor de Tu Voluntad.
Madre que guías, Madre que intercedes,
Madre que amparas a esta Humanidad sin rumbo,
sé mi timón en este instante,
para que, antes las garras del mal, no sucumba mi alma por debilidad.
Dame la fuerza de voluntad para no temer ante la espera,
sino para temer caer en las insinuaciones del mal
y no permitas que mi alma se pierda en las tinieblas malignas.
Reina y Madre de los Últimos Tiempos,
ven, acógeme y enséñame a esperar el instante Trinitario,
no sea yo quien desse adelantar la hora,
sino al amparo de Tu fidelidad, sea yo Tu reflejo
y no me espante ningún instante ante el cual
parezca que voy a sucumbir.
Reina y Madre de los Últimos Tiempos,
haz renacer en mí el Amor, la Fe, la Esperanza
y el valor para vivir como Tú,
alimentándome de la Voluntad Trinitaria
y continuar con la Fe ferviente de que me conducirás
hacia el encuentro anhelado con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo,
renaciendo a la nueva vida junto a la Trinidad Sacrosanta. Amén.
AL REALIZAR ESTA NOVENA RECIBIRÁN DE MÍ:
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La virtud de la Esperanza, para que desistan en los instantes en que sienta que el camino se ve lejano y la felicidad de ser hijo de Dios, no se aleje.
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No permitiré que la desesperación haga prese de ustedes ni se crean abandonados de Mi Hijo. El que solicite misericordia de corazón y firme propósito de enmienda, los recibirá.
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Les proveeré del Don de la Sabiduria para que sean hijos apegados a la Divina Palabra y nos les confundan, al ser hijos que miran la Misión que Duos les ha encomendados. De esta forma no perjudicarán los Planes Divinos.
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Recibirán el Don de la Fortaleza para que la fe sea firme y fuerte, perseverante y a la vez el amor dirija todo.
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Las familias serán más unidas y la fraternidad entre los hermanos será el detente ante el mal.
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Proveeré el amor entre los esposos para que aumente.
MI BENDICIÓN SERÁ CON USTEDES SIEMPRE QUE ACTUÉN DENTRO DEL BIEN.
Les amo.
Mamá María.